jueves, 21 de junio de 2012

No trates de contaminar mis sueños con tu ortografía.

Hola, como estoy? Hoy estoy deshombrada. La marea del verde marino aún no me llega al cuello. Tengo las piernas abiertas, como una tijera, cortando el aire de unos cucos apretados. Hoy tengo un tatuaje blanco en la mano derecha, era la dirección de alguna casa en bogotá en 1995. Hoy tengo el pelo amarrado, ahorcado en un trozo de piel de oveja con tintes de frutos rojos. Hoy tengo el pecho caido y los ojos escondidos por el telón de un pelo lavado que huele a flores. Estoy pariendo sudor por las manos, dedos de juguete Y la decana mirándome fijamente, las palabras de la señora directora olian a tanta comodidad, tanto desconocimiento del hambre, tantos artículos de revista, tantas muñecas de porcelana cuando pequeña. Y es que estabamos entre tanta gente importante llena de enmarcaciones simbólicas en las salas de su casa, en el pasillo, debajo del colchón. Sueños atormentados por la ortografía, esquizofrenia de la palabra que desvía la sensibilidad y la espiritualidad como diría Kandinsky, Juliana, y María Restrepo y yo hace cuatro años en los que en alguna clase de inglès declararía en una hoja cuadriculada, que ese punto geográfico del tiempo que se me había asomado debajo de las plantas de los pies y luego: conocer todos sus rincones de la perfección, todos sus límites y leyes, ahondar en sus artículos comas espacios y puntos seguidos. Antes de llegar al punto final con un peinado perfecto me calviaré y estrangularé todo el pasado con un beso. No trates de contaminar mis sueños con tu ortografía. No trates de aprisionarme en una palabra. No esperes de mi una selección múltiple con única respuesta. No esperes nada de mi, no. Estrangula toda la ficción del pasado con un beso, estrangulame la realidad nube, espuma voladora que se funde con el blanco del bonyurt que me como, que me come, que se tira al vacio como en un tobogán por la garganta. Luego todo el bonyurt se va nadando felíz por el río de la sangre hastal llegar a la cima del cuerpo y alimentar la escleriótica, saben últimamente la escleriotica esta tan drogada de tanto bonyurt que se me esta comiendo la parte oscura del ojo. Siento que una de sus venas blancas se van a tirar por el ollo negro de la pupila, siento que ese punto la jala con su fuerza de gravedad como el triángulo de las bermudas. Yo no se que valla a pasar gente seria, gente grande mi gente querida. No hay identidad ni conecciones de sentido con las palabras. Sabes... no hay ortografía en las desiciones, no hay tildes en las personas. `Pero el? el era un acento nuevo para mi. Una fuerza linguistica nueva en un nuevo espacio de la palabra.

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