viernes, 28 de septiembre de 2012
“Al principio trabajaba con la cama, con escaparates, con mesas, con asientos, con cosas grandes… pero yo no puedo andar con la casa a cuestas, de trasteo en trasteo, entonces empezaron a desaparecer las cosas grandes, quedaron las chiquitas y bueno, fue un proceso de verdad muy fuerte, por que me permitió el dominio de la acción, del tiempo, del rigor, y la creatividad. Ese trabajo de experimentar, sí, porque a mí lo que me interesaba era experimentar, a mí no me interesaba crear una obra, sino experimentar con la cotidianidad, con el tiempo, con los espacios, con los objetos, con la sensibilidad, con la quietud, con la televisión, con el comercio, el tacto. Era un despertar, porque inicialmente la idea era seguirme preparando como actriz pero a mí me interesaba un trabajo mucho más elaborado que el que una actriz hace al actuar, así no más, sin ningún esfuerzo; no, yo quería que lo que yo hiciera necesitara de esfuerzo, que estuviera bien elaborado.”
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