viernes, 20 de septiembre de 2013

Grado :)

Muchas gracias a Jaime Forero Valdes por haber fundado la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano. Desde el espacio y con todo el equilibrio del cosmos aterrizo en la cima de mi carrera!! Diseño y Circo 


jueves, 19 de septiembre de 2013

lunes, 16 de septiembre de 2013

Ilustrando en el mar



The master con el pelo largo. Regalo para el cumple de mi amigo Cornelio del Rancho :)

Teoría de Conjuntos


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8

/

Cada cuerpo tiene
su armonía y
su desarmonía.
En algunos casos
la suma de armonías
puede ser casi
empalagosa
En otros
el conjunto
de desarmonías
produce algo mejor
que la belleza.

Benedetti

lunes, 9 de septiembre de 2013

Pensando con todo el cuerpo




Obregón

























Siempre hay algo muy mágico y arbitrario en el hombre y esto es el duende del arte.
Al. Obregón.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Naturas

Lo pintaba en un afan de revivir algo muy nuestro que se estaba extinguiendo.

viernes, 6 de septiembre de 2013

La casa de la mirada

A Matta 

Caminas adentro de ti mismo y el tenue reflejo serpeante que te conduce 
no es la última mirada de tus ojos al cerrarse ni es el sol tímido golpeando tus párpados: 
es un arroyo secreto, no de agua sino de latidos: llamadas, respuestas, llamadas,
hilo de claridades entre las altas yerbas y las bestias agazapadas de la conciencia a obscuras. 
Sigues el rumor de tu sangre por el país desconocido que inventan tus ojos 
y subes por una escalera de vidrio y agua hasta una terraza. 
Hecha de la misma materia impalpable de los ecos y los tintineos, 
la terraza, suspendida en el aire, es un cuadrilátero de luz, un ring magnético 
que se enrolla en sí mismo, se levanta, anda y se planta en el circo del ojo, 
géiser lunar, tallo de vapor, follaje de chispas, gran árbol que se enciende y apaga y enciende: 
estás en el interior de los reflejos, estás en la casa de la mirada, 
has cerrado los ojos y entras y sales de ti mismo a ti mismo por un puente de latidos: 
EL CORAZÓN ES UN OJO. 

Estás en la casa de la mirada, los espejos han escondido todos sus espectros, 
no hay nadie ni hay nada que ver, las cosas han abandonado sus cuerpos, 
no son cosas, no son ideas: son disparos verdes, rojos, amarillos, azules, 
enjambres que giran y giran, espirales de legiones desencarnadas, 
torbellino de las formas que todavía no alcanzan su forma, 
tu mirada es la hélice que impulsa y revuelve las muchedumbres incorpóreas, 
tu mirada es la idea fija que taladra el tiempo, la estatua inmóvil en la plaza del insomnio, 
tu mirada teje y desteje los hilos de la trama del espacio, 
tu mirada frota una idea contra otra y enciende una lámpara en la iglesia de tu cráneo, 
pasaje de la enunciación a la anunciación, de la concepción a la asunción, 
el ojo es una mano, la mano tiene cinco ojos, la mirada tiene dos manos, 
estamos en la casa de la mirada y no hay nada que ver, hay que poblar otra vez la casa del ojo, 
hay que poblar el mundo con ojos, hay que ser fieles a la vista, hay que 
CREAR PARA VER. 

La idea fija taladra cada minuto, el pensamiento teje y desteje la trama, 
vas y vienes entre el infinito de afuera y tu propio infinito, 
eres un hilo de la trama y un latido del minuto, el ojo que taladra y el ojo tejedor, 
al entrar en ti mismo no sales del mundo, hay ríos y volcanes en tu cuerpo, planetas y hormigas, 
en tu sangre navegan imperios, turbinas, bibliotecas, jardines, 
también hay animales, plantas, seres de otros mundos, las galaxias circulan en tus neuronas, 
al entrar en ti mismo entras en este mundo y en los otros mundos, 
entras en lo que vio el astrónomo en su telescopio, el matemático en sus ecuaciones: 
el desorden y la simetría, el accidente y las rimas, las duplicaciones y las mutaciones, 
el mal de San Vito del átomo y sus partículas, las células reincidentes, las inscripciones estelares. 

Afuera es adentro, caminamos por donde nunca hemos estado, 
el lugar del encuentro entre esto y aquello está aquí mismo y ahora, 
somos la intersección, la X, el aspa maravillosa que nos multiplica y nos interroga, 
el aspa que al girar dibuja el cero, ideograma del mundo y de cada uno de nosotros. 
Como el cuerpo astral de Bruno y Cornelio Agripa, como las granes transparentes de André Breton, 
vehículos de materia sutil, cables entre éste y aquel lado, 
los hombres somos la bisagra entre el aquí el allá, el signo doble y uno, V y ^ , 
pirámides superpuestas unidas en un ángulo para formar la X de la Cruz, 
cielo y tierra, aire y agua, llanura y monte, lago y volcán, hombre y mujer, 
el mapa del cielo se refleja en el espejo de la música, 
donde el ojo se anula nacen mundos: 
LA PINTURA TIENE UN PIE EN LA ARQUITECTURA Y OTRO EN EL SUEÑO. 

La tierra es un hombre, dijiste, pero el hombre no es la tierra, 
el hombre no es este mundo ni los otros mundos que hay en este mundo y en los otros, 
el hombre es la boca que empaña el espejo de las semejanzas y dice sí, 
el equilibrista vendado que baila sobre la cuerda floja de una sonrisa, 
el espejo universal que refleja otro mundo al repetir a éste, el que transfigura lo que copia, 
el hombre no es el que es, célula o dios, sino el que está sienpre más allá. 
Nuestras pasiones no son los ayuntamientos de las substancias ciegas pero los combate y los abrazos de los elementos riman con nuestros deseos y apetitos, 
pintar es buscar la rima secreta, dibujar al eco, pintar el eslabón: 
El Vértigo de Eros es el vahído de la rosa al mecerse sobre el osario, 
la aparición de la aleta del pez al caer la noche en el mar es el centelleo de la idea, 
tú has pintado al amor tras una cortina de agua llameante 
PARA CUBRIR LA TIERRA CON UN NUEVO ROCÍO. 

En el espejo de la música las constelaciones se miran antes de disiparse, 
el espejo se abisma en sí mismo anegado de claridad hasta anularse en un reflejo, 
los espacios fluyen y se despeñan bajo la mirada del tiempo petrificado, 
las presencias son llamas, las llamas son tigres, los tigres se han vuelto olas, 
cascada de transfiguraciones, cascada de repeticiones, trampas del tiempo: 
hay que darle su ración de lumbre a la naturaleza hambrienta, 
hay que agitar la sonaja de las rimas para engañar al tiempo y despertar al alma, 
hay que plantar ojos en la plaza, hay que regar los parques con risa solar y lunar, 
hay que aprender la tonada de Adán, el solo de la flauta del fémur, 
hay que construir sobre este espacio inestable la casa de la mirada, 
la casa de aire y de agua donde la música duerme, el fuego vela y pinta el poeta.


Octavio Paz

Un despertar - Octavio Paz

Dentro de un sueño estaba emparedado. 
Sus muros no tenían consistencia 
ni peso: su vacío era su peso. 
Los muros eran horas y las horas 
fija y acumulada pesadumbre. 
El tiempo de esas horas no era tiempo. 

Salté por una brecha: eran las cuatro 
en este mundo. El cuarto era mi cuarto 
y en cada cosa estaba mi fantasma. 
Yo no estaba. Miré por la ventana: 
bajo la luz eléctrica ni un alma. 
Reverberos en vela, nieve sucia, 
casas y autos dormidos, el insomnio 
de una lámpara, el roble que habla solo, 
el viento y sus navajas, la escritura 
de las constelaciones, ilegible. 

En sí mismas las cosas se abismaban 
y mis ojos de carne las veían 
abrumadas de estar, realidades 
desnudas de sus nombres. Mis dos ojos 
eran almas en pena por el mundo. 
En la calle sin nadie la presencia 
pasaba sin pasar, desvanecida 
en sus hechuras, fija en sus mudanzas, 
ya vuelta casas, robles, nieve, tiempo. 
Vida y muerte fluían confundidas. 

Mirar deshabitado, la presencia 
con los ojos de nadie me miraba: 
haz de reflejos sobre precipicios. 
Miré hacia adentro: el cuarto era mi cuarto 
y yo no estaba. Al ser nada le falta 
-siempre lleno de sí, jamás el mismo- 
aunque nosotros ya no estemos... Fuera, 
todavía indecisas, claridades: 
el alba entre confusas azoteas. 
Ya las constelaciones se borraban. 




Octavio Paz.

El centinela - Borges

Entra la luz y me recuerdo; ahí está.
Empieza por decirme su nombre, que es (ya se entiende) el mío.
Vuelvo a la esclavitud que ha durado más de siete veces diez años.
Me impone su memoria.
Me impone las miserias de cada día, la condición humana.
Soy su viejo enfermero; me obliga a que le lave los pies.
Me acecha en los espejos, en la caoba, en los cristales de las tiendas.
Una u otra mujer lo han rechazado y debo compartir su congoja.
Me dicta ahora este poema, que no me gusta.
Me exige el nebuloso aprendizaje del terco anglosajón.
Me ha convertido al culto idolátrico de militares muertos, con los que acaso no podría cambiar una sola palabra.
En el último tramo de la escalero siento que está a mi lado.
Está en mis pasos, en mi voz.
Minuciosamente lo odio.
Advierto con fuición que casi no ve.
Estoy en una celda circular y el infinito muro se estrecha.
Ninguno de los dos engaña al otro, pero los dos mentimos.
Nos conocemos demasiado, inseparable hermano.
Bebes el agua de mi copa y devoras mi pan.
La puerta del suicida está abierta, pero los teólogos afirman que en la sombra ulterior del otro reino estaré yo, esperándome.


Jorge Luis Borges


Huesos de mis bestias




* "Los hombres amamos en cada animal la bestia que vive en cada uno de nosotros. Pinto animales punzantes por desconcierto. Veo, además que los animales tienen más magia y misterio que la gente. El animal no sabe mentir. La mentira es terreno propio del hombre. Los animales no se resisten. El pudor fue inventado por el hombre"

* "No hay símbolos. Simplemente por su plasticidad, la belleza de sus formas. Los exploro, me adentro en ellos y los mato. Se convierten entonces en los huesos de mis bestias. El fin de un siglo y el comienzo de otro. Como cuando se agota un circulo y se pasa a la línea recta. Así es la pintura, si se intenta razonarla se destruye, aunque sea muy limitado lo que uno pueda pintar: mar, aire, tierra, animales, gentes. Y combinaciones eternas: el bípedo, el cuadrúpedo, el político-- cuatro o cinco temas y tres colores: rojo, azul, amarillo"

Alejandro Obregón.