martes, 11 de diciembre de 2012

“Es muy fácil darte cuenta cuándo tu novio te va a dejar. Es como en el resto de los acontecimientos de la vida. Nada cae del cielo de repente, de improviso, pataplúm. Abrís el botiquín y ya no está el desodorante. Lleva su tiempo, su vuelo, su aterrizaje, su germinación y putrefacción. Pum, pum, pum, pataplúm. No es un golpe seco que sale quién sabe de dónde. Nada que ver. Es un pausado abrir y cerrar de ojos, un pestañeo en cámara lenta, una película. Con un poco más de atención y estado de alerta constante, focalizando, veríamos que esas sorpresas también siguen la lógica de la causa y el efecto, la semillita y el arbolito, el huevo y el tordo..”.


D* a n i  U m p i

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