al mismo tiempo que cierro los ojos
emito un suspiro similar a una cafetera en éxtasis
Las baldosas están frías para mis pies descalzos
dibujo círculos de humo, que huyen lentamente, deshaciéndose, casi al tocar del techo
me falta el aire, mis ojos se vuelven espejos tocador, abiertos, redondos brillantes
araño mis brazos a modo de caricia irritable
mi boca abierta, un gran pisotón en el pecho
mi corazón ya no puede bombear más rápido, el gran mareo de mirar hacia atrás y hacia adelante
ese ahogo con sabor a tierra y oxido
Procesión de negativos en blanco y negro, fragmentos de películas nunca filmadas,
veladas por un sol turbulento que asoma entre los grises algodones rancios de una feria abandonada
extraño el despertar suave de una caricia y el susurrar inteligible de unos labios aplastados en mi cuello
se abren mis costillas como un acordeón agujereado, desafinando lamentos sordos, con el eco vacío de una estancia cargada de humo
rechinar de dientes , mandíbulas agotadas , cuchillas aparcadas para otra ocasión
exhausto mareo de palabras, intenciones, tactos, olores, dientes, sonrisas, salivas amargas, hierros doblados , esputos de sangre, insomnio, gritos, un abrazo sin final, dedos temblando, emociones oxidadas dentro del mar, los pies al borde del arrecife siempre, sombras chinescas espontáneas en una pared que me decían te quiero, no entra el aire, no entra el aire, no entra nada
-un remolino de ideas, de imágenes desconocidas, de paisajes indescriptibles,
como la espuma en una licuadora que bate olas de ilusiones cada vez mas grandes, más y más grandes,
tan imprecisos como el color del paisaje que pinto la voz de violín de leila en un espacio milenario
y ahora me pregunto ¿por que menciona el mashrou' de leila?
¿por que la insinuación de lo desconocido me genera formas en mi mente de su rostro?
¿porque? ¿porque desconocido? responda
- por humano, porque es inevitable, porque que es navidad, por que hay natilla, por etc. y sobre todo por curiosidad,
y diga que no, porque ahora ese mine maremoto de ideas sobre mi que tuvo en un instante no esta, se ira como todo maremoto y no dejara nada,
pero cuando este frente a mi yo si estaré con un rostro fijo,
eso si recuerde que si voltea a ver lo conocido cuando vuelva a verme tendré un rostro diferente porque conmigo no hay repitis.
Afuera la pólvora enfarrando los pesebres. Las mesas llenas y el timbre sobrecargado de dedos.
Cuantas pintas han sido estrenadas esta noche. Desnudos, homenajeando como jesús vino al mundo, sin telas. La paso con esta flor a la que la ha fornicado el tiempo, hermosa fuente de sabiduría, el mejor libro que puede haber acompañado esta noche.
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