jueves, 31 de enero de 2013
California Dreaming
and the sky is grey
I've been for a walk
on a winter's day
I'd be safe and warm
if I was in L.A
California Dreamin'
on such a winter's day
Stopped into a church
I passed along the way
well, I got down on my knees
and I pretend to pray
you know the preacher likes the cold
he knows I'm gonna stay
California Dreamin'
on such a winter's day
All the leaves are brown
and the sky is grey
I've been for a walk
on a winter's day
if I didn't tell her
I could leave today
California Dreamin'
on such a winter's day x3.
miércoles, 30 de enero de 2013
Typenauta
12 horas de retrazo. El mundo de los sueños espera mis hazañas. Había decidido darme garra y me la di. Que bien se siente. Todo vegeta y fluye en modo teclado en pantalla.
Hoy no hubo noche ni día, ni almuerzo ni cobija de útero. Hoy conocí a un ser increíble en el transmilenio, su nombre era cristal de sábila.
Esperaba sentada con el corazón inflamado mi turno.. la lista sucedió en desorden, Rodríguez, Archila, Bejarano.. Acevedo. La A fue la zeta de las exposiciones... Mi pelo dibujaba cansancio, el afán de la presencia, la cara desteñida, el hambre desgastada. Me acosté en las baldosas frías escuchando a los diseñadores gráficos. A todos les gusta WOK y la 85, la 93, Chía, Cedritos, Unicentro. Todos sacan paletas de color y critican las tipografías. Yo no las critico, las soy.
La clase anocheció y era hora de irse lejos, de irse a la cama y descansar de la idea de que este era el último semestre. Mi último profesor acontece con el pelo largo, como un elfo. Le gusta el negro y .habla con una lucidez increíble, es un resumen exacto.
Todos con el uniforme de las sillas, cruzando el dedo para que no nos toque pasar. Me había dado chichí. Sabía que me tocaba a mi. Luego de la chica de los planes turísticos magentas me arrastre como gusano por las baldosas. Abrasé las amigas de Camilo y detrás del espaldar espié como Hobbit el deja vú que se venía encima: Geraldín Acevedo. Bueno listo, de una. Abrí la usb y mi dedo se sumergió en el primer hijo del semestre, la primera semilla. Empecé nerviosa no por la exposición, sino porque tenía hambre y sueño. Lleve a la niña de las estrellas, la alce en mis brazos como rey león a su simba... me regué en la vida que me había tocado.. mis papas, mis amigos, mis tias.. Ashes and snow.
Hoy no hubo noche ni día, ni almuerzo ni cobija de útero. Hoy conocí a un ser increíble en el transmilenio, su nombre era cristal de sábila.
Esperaba sentada con el corazón inflamado mi turno.. la lista sucedió en desorden, Rodríguez, Archila, Bejarano.. Acevedo. La A fue la zeta de las exposiciones... Mi pelo dibujaba cansancio, el afán de la presencia, la cara desteñida, el hambre desgastada. Me acosté en las baldosas frías escuchando a los diseñadores gráficos. A todos les gusta WOK y la 85, la 93, Chía, Cedritos, Unicentro. Todos sacan paletas de color y critican las tipografías. Yo no las critico, las soy.
La clase anocheció y era hora de irse lejos, de irse a la cama y descansar de la idea de que este era el último semestre. Mi último profesor acontece con el pelo largo, como un elfo. Le gusta el negro y .habla con una lucidez increíble, es un resumen exacto.
Todos con el uniforme de las sillas, cruzando el dedo para que no nos toque pasar. Me había dado chichí. Sabía que me tocaba a mi. Luego de la chica de los planes turísticos magentas me arrastre como gusano por las baldosas. Abrasé las amigas de Camilo y detrás del espaldar espié como Hobbit el deja vú que se venía encima: Geraldín Acevedo. Bueno listo, de una. Abrí la usb y mi dedo se sumergió en el primer hijo del semestre, la primera semilla. Empecé nerviosa no por la exposición, sino porque tenía hambre y sueño. Lleve a la niña de las estrellas, la alce en mis brazos como rey león a su simba... me regué en la vida que me había tocado.. mis papas, mis amigos, mis tias.. Ashes and snow.
lunes, 28 de enero de 2013
domingo, 27 de enero de 2013
Astronauta
El término astronauta designa a todo el personal de un objeto espacial, a la tripulación de una nave espacial e incluso, "a toda persona que se encuentre en la luna". A los viajeros espaciales soviéticos o entrenados en la Unión Soviética y, actualmente, en Rusia, se les denomina normalmente cosmonautas y a los de la República Popular China o entrenados por ellos, taikonautas.
El término cosmonauta proviene del término ruso kosmonavt (космонавт), que a su vez se deriva de las palabras griegas kosmos (κοσμος, universo) y nautes (ναύτης, navegante).
El término taikonauta es un neologismo formado a partir del término chino 太空 (tàikōng, espacio) y del griego ναύτης (nautes, navegante) en semejanza con astronauta y cosmonauta que derivan del griego. La palabra oficial china que designa a un astronauta es 宇航員 (yǔhángyuán) pero el término taikonauta fue propuesto por Chiew Lee Yih en mayo de 1998 en Internet y se aceptó rápidamente en el mundo anglosajón.
El éxito de una misión espacial implica que los astronautas cuenten con una técnica fiable, una serie de conocimientos especializados, una buena forma física y cierta estabilidad psíquica.
Entre las secuelas fisiológicas más comunes tras las estancias extraterrestres se encuentran los trastornos del sueño, la debilitación del sistema inmunitario, algunas atrofias musculares, la erosión de huesos y la carga radiactiva, que provoca que, a mayor tiempo en el espacio, más aumente la tasa de mutación de los cromosomas del ser humano y, por tanto, el riesgo de cáncer.
La ingravidez repentina es la causa de la mayor parte de los problemas físicos en el espacio: mareos, falta de apetito, náuseas y vómitos, los cuales solo empiezan a remitir de 2 a 4 días después. Con todo, a largo plazo se presentan otros problemas derivados de la falta de gravedad; el más importante es la destrucción de masa muscular, que empieza a producirse apenas dos semanas después del inicio del vuelo, debe contrarrestrarse con un intensivo ejercicio físico por parte de los astronautas.
Otro problema frecuente es la hinchazón de la cara (en inglés, Puffy Face) en los primeros días en el espacio, debido a un exceso de sangre proveniente de los miembros superiores. Las repercusiones en la rigidez facial pueden ocasionar problemas de entendimiento con otros compañeros de misión.
En cuanto a las funciones cognitivas básicas (percepción, memoria y pensamiento lógico) se mantiene estables. Sin embargo, por lo que respecta al área psicomotora son perceptibles determinadas pérdidas funcionales: algunos movimientos voluntarios se ralentizan y se vuelven imprecisos, y la ejecución de tareas simultáneas se hacen más difíciles.
Psíquicamente, el aislamiento durante las misiones puede provocar un estado de astenia, sobre todo a partir de la mitad de la misión: pasividad en aumento, fallos de atención, sensación de agotamiento, irritabilidad, depresión, etc. Debido a esto, en la Estación Espacial Internacional se viene desde hace tiempo aplicando el llamado Human Behavior Performance Program con el objeto de combatir el aburrimiento y el aislamiento social. Entre los métodos utilizados se encuentran el poner a disposición de los astronautas películas, discos, páginas personales para relacionarse con la vida en la tierra, videoconferencias familiares y una conferencia psicológica privada cada dos semanas con un psicólogo en tierra.
Edward White- Misión Génesis 1964
En el nivel colectivo, las condiciones especiales de la vida en el espacio pueden provocar tensiones y conflictos. Además, las diferencias culturales pueden también generar problemas en el grupo.
El término cosmonauta proviene del término ruso kosmonavt (космонавт), que a su vez se deriva de las palabras griegas kosmos (κοσμος, universo) y nautes (ναύτης, navegante).
El término taikonauta es un neologismo formado a partir del término chino 太空 (tàikōng, espacio) y del griego ναύτης (nautes, navegante) en semejanza con astronauta y cosmonauta que derivan del griego. La palabra oficial china que designa a un astronauta es 宇航員 (yǔhángyuán) pero el término taikonauta fue propuesto por Chiew Lee Yih en mayo de 1998 en Internet y se aceptó rápidamente en el mundo anglosajón.
El éxito de una misión espacial implica que los astronautas cuenten con una técnica fiable, una serie de conocimientos especializados, una buena forma física y cierta estabilidad psíquica.
Entre las secuelas fisiológicas más comunes tras las estancias extraterrestres se encuentran los trastornos del sueño, la debilitación del sistema inmunitario, algunas atrofias musculares, la erosión de huesos y la carga radiactiva, que provoca que, a mayor tiempo en el espacio, más aumente la tasa de mutación de los cromosomas del ser humano y, por tanto, el riesgo de cáncer.
La ingravidez repentina es la causa de la mayor parte de los problemas físicos en el espacio: mareos, falta de apetito, náuseas y vómitos, los cuales solo empiezan a remitir de 2 a 4 días después. Con todo, a largo plazo se presentan otros problemas derivados de la falta de gravedad; el más importante es la destrucción de masa muscular, que empieza a producirse apenas dos semanas después del inicio del vuelo, debe contrarrestrarse con un intensivo ejercicio físico por parte de los astronautas.
Otro problema frecuente es la hinchazón de la cara (en inglés, Puffy Face) en los primeros días en el espacio, debido a un exceso de sangre proveniente de los miembros superiores. Las repercusiones en la rigidez facial pueden ocasionar problemas de entendimiento con otros compañeros de misión.
En cuanto a las funciones cognitivas básicas (percepción, memoria y pensamiento lógico) se mantiene estables. Sin embargo, por lo que respecta al área psicomotora son perceptibles determinadas pérdidas funcionales: algunos movimientos voluntarios se ralentizan y se vuelven imprecisos, y la ejecución de tareas simultáneas se hacen más difíciles.
Psíquicamente, el aislamiento durante las misiones puede provocar un estado de astenia, sobre todo a partir de la mitad de la misión: pasividad en aumento, fallos de atención, sensación de agotamiento, irritabilidad, depresión, etc. Debido a esto, en la Estación Espacial Internacional se viene desde hace tiempo aplicando el llamado Human Behavior Performance Program con el objeto de combatir el aburrimiento y el aislamiento social. Entre los métodos utilizados se encuentran el poner a disposición de los astronautas películas, discos, páginas personales para relacionarse con la vida en la tierra, videoconferencias familiares y una conferencia psicológica privada cada dos semanas con un psicólogo en tierra.
Edward White- Misión Génesis 1964
En el nivel colectivo, las condiciones especiales de la vida en el espacio pueden provocar tensiones y conflictos. Además, las diferencias culturales pueden también generar problemas en el grupo.
sábado, 26 de enero de 2013
Ecos poderosos
La comprensión y el silencioso hacer oscilaron en el aprendizaje entre el misterio de la arbórea sombra, que es la esencia del libro, y la luz que permite crecer y saber.
Mientras tanto,
Sentí que sirvo al mundo con mi camino,
... que ahuyento el falso entone
y LuSiDeé que aunque la tristeza y la extrañeza y la ausencia me cuesan el alma en este cuerpo ensopado de a veces mohina lunaysoledad, mi sangre corre y cada vez nutre más la fuerza vital del Gaia, esa serpiente que poetiza con la danza del universo mi ritmo y mi pulso, esa que se desliza sutilmente desde ya entre gentes y vivos caminos a cumplir con nuestro antiguo pacto de niñxs.. a fluir conmigo en el nuevo psiclo la felicidad de su anarquizo designio... ahora que el mundo material y cultural se comenzará a sutilizar gracias a la masiva apertura y exploración de la consciencia mística que inesperada y satisfactoriamente irrumpen en la evolución sensorial de nuestra naturaleza y de nuestra era, y nos abren la llave de propósitos e intensiones de vida sensibles y fraternos, lxs abuelxs se dan cuenta, llaman llamamos, nos encontramos, y en una ceremonial ascensión nos otorgan su eterna felicidad, nos transforman en lxs nuevos ancestrxs de las renovadas generaciones, nos despiertan la mente y nos legan los sembrados del puro amor del corazón que maduran y alquimizan la sangre que le corre al corpòreo rededor y a su universal e integrada periferia, que trasciende evolucionando en la artística y medicinal experimencia de una nueva sustancia espiritual y ética para el pensamiento y la organización social de la vida...
Esa hermosa vida de todo y todxs que es una en el máximo y más absoluto sí mismx que existe...
esa hermosa que dulce y erótica me hizo y me hace ser, y que sigue y comienza por sabiduría y verdad, justa y digna, enseñándome a caminar, volando,
aprendiendo a aprender convirtiéndose a través de mí en la voluntad y la inocente sabiduría,
que calma con pureza su furia, que sonríe susurra, y convertida en la armonía y la tranquilidad que liberará como nunca el encanto de la condición humana.
— en Barichara, Santander.
S A H M I R D E R S P I R A L E
Eran las dos de la tarde.
Un sol radiante y caliente llenaba todo el apartamento. Escobar se paseó de arriba abajo, desnudo, sin saber qué hacer con semejante día. No duraría. Recalentó el café. Un café ya de cuantos días? Denso, denso, terroso, acre, hervido y vuelto a hervir. Tendría que hacer café. Todos los días eran iguales, que tormento. Todo lo que ahora hacía ya lo había hecho. En la mitad de un pensamiento cayó de golpe en la cuenta de la ausencia de Fina. No su falta: Una necesidad de cosas prácticas. Sino la fuerza de su ausencia: un marchitarse de las cosas. Ah, que pesadumbre. Lo importunó el recuerdo de reproches de Ana María. Se esforzó por pensar en otra cosa. Oyó el teléfono y lo dejó sonar. Su madre, que pereza. Y afuera mientras tanto, se fué ennegreciendo el día, se soltó el aguacero. Eran las dos de la tarde.
Sin Remedio- Antonio Caballero.
...............................................................
El sol se despide al otro lado del edificio. La misma pared, el mismo lego de ladrillos al frente que nunca llega ni se oculta. Aburrido.
No me interesan los clientes como humanos, no como clientes.
Estoy más desnuda cuando tengo frío.
Podría quedarme aquí toda la tarde leyendo Sin Remedio, El libro de las virtudes para niños, Buda, cleopatra. Pero no quiero crear más escusas para no habitar este mundo. Nesecito un calendario, organizar el tiempo como el sol lo hizo con los girasoles, el mar con los delfines, el día con las sombras.
Sin Remedio- Antonio Caballero.
...............................................................
El sol se despide al otro lado del edificio. La misma pared, el mismo lego de ladrillos al frente que nunca llega ni se oculta. Aburrido.
No me interesan los clientes como humanos, no como clientes.
Estoy más desnuda cuando tengo frío.
Podría quedarme aquí toda la tarde leyendo Sin Remedio, El libro de las virtudes para niños, Buda, cleopatra. Pero no quiero crear más escusas para no habitar este mundo. Nesecito un calendario, organizar el tiempo como el sol lo hizo con los girasoles, el mar con los delfines, el día con las sombras.
viernes, 25 de enero de 2013
jueves, 24 de enero de 2013
Ángeles
Ángel
Loochkartt (Barranquilla, 1933), uno de los más prestigiosos e influyentes
artistas colombianos, reconocido en 1986 con el Premio del Salón Nacional, fue
elegido ganador del Portafolio de
Cultura 2011, otorgado por la Secretaría de Cultura de su ciudad natal.
Afincado en Bogotá, de ascendencia holandesa, este catedrático, pintor y amador
infatigable, ha poblado durante décadas nuestro imaginario con sus ángeles
perturbadores, sus coloridos congos del Carnaval, sus lésbicas etruscas, sus
mujeres malsentadas y los travestis y
otros hijos rebeldes de la noche. La ceremonia, donde se reconocerá la
fundamental obra de este neo expresionista colombiano, se realizará en
Barranquilla a comienzos de
septiembre.
Para
festejar el importante Premio concedido a un artista integral, Con-Fabulación
reproduce en su totalidad el profundo y lúdico reportaje realizado hace unos
años al querido maestro, por los directores de la revista Común
Presencia.
¿Qué color me buscará
mañana?
Por Gonzalo
Márquez Cristo y Amparo Osorio
La sentencia de Rilke de que todo ángel es terrible, en Loochkartt
tiene una ejemplar correspondencia. Este ángel nocturno que ha buscado la
impronta de lo humano en los múltiples universos que pinta, plasmando los
marginales mundos de prostitutas y travestis que enriquecen a la noche, es
también un demonio solar que capta los personajes emblemáticos del carnaval de
Barranquilla, la altiva soledad en sus retratos de mujeres “perdidas en el
tiempo”, el fulgor en sus girasoles embriagados por la luz, la perversión de sus
figuras etruscas, la lúdica de sus gatos acechantes, la pasión en el gesto
suspendido de las amadoras de Bolívar, y en los amarillos, azules y verdes
recién inventados.
Es demonio solar en sus profundas búsquedas donde el color asciende
a su punto de peligro, en la desgarradura que le propina su acuciosa reflexión
sobre este nuevo milenio; y ángel nocturno, cuando
plasma al hombre de rupturas, al rebelde permanente, al hombre angustiado, al
irónico sutil que no da tregua; en fin, al ser de linderos, de riesgos y de
alquimias...
Nuestra reflexión se detuvo: Acabábamos de coronar la pendiente
calle del antiguo barrio de La Candelaria y en instantes el rito sería
bautizado.
Puntuales golpeamos la sólida puerta marcada con el número 1-00, de
esta casa de cuatrocientos años que en la época de la Colonia era el comienzo y
fin de Santafé de Bogotá, y nos abrió una mujer traslúcida y delgada
conduciéndonos a la sala de espera, donde hay un piano que en ocasiones es
tocado por fantasmas, cuadros, ángeles y flores. El pintor aparece con un
gesto de alegría acompañado de un french-poodle y un dálmata, que con
ladridos comparten el efusivo saludo de nuestro encuentro. Inesperadamente se
escucha la voz de un niño que exclama: «¿Qué hago con estos perros?» Y
Loochkartt contesta: «¡Métalos en la
nevera!»
—Pintor es el que pone en crisis a la luz... —comienza diciendo sin
preámbulos—. El lienzo en blanco es un cadáver que debemos resucitar... Y es tan
difícil lograrlo... Artista es quien puede ver un color desde el lugar de otro.
Es quien observa el amarillo desde el rojo para poder encontrarle un sentido
inesperado.
Nos invita a seguirlo. Nos enseña esa antigua y hermosa casa donde
sus pinceladas han viajado por ventanas, puertas, muebles, e incluso por la
licuadora, el televisor y la cocina.
—El tiempo del deseo y el de los quehaceres no se fusionan. Aquí
hay una distancia abismal que no se corresponde, por eso es esencial la soledad
para el artista. Yo soy un anacoreta, pero al mismo tiempo, imagino lo que está
sucediendo afuera. Esa realidad es la residencia del hombre. Sin embargo hay
gente que sólo se nutre de lo que vive, pero quien está encerrado puede producir
aromas y colores que surgen del interior y que son más reales que la misma
realidad; porque cuando las cosas están dadas hay que reinventarlas, la realidad
hay que intervenirla, y esa es la crítica frente a lo que existe. Perdonen mi
divagación... A veces me dicen que mi apellido viene de loco pero en verdad, en
holandés, significa papel rasgado —dice
sonriendo.
Con excesiva minucia Loochkartt observa nuestros libros de poemas y
revistas que le hemos regalado y va realizando comentarios. En la sala vemos un
retrato clásico de sus hijos gemelos, un pequeño Pegaso de bronce, un enorme
arpón de hierro africano, una antigua cítara, y en el fondo cuadros de sus
travestis alados.
—Vamos a comenzar con estas uvas y después acudiremos a su líquida
alma —dice mientras se levanta para alcanzar una bandeja con un racimo que va
desgajando en un acto que se convierte como en la ceremonia de unas manos
acariciando un cuerpo—. El pan y el vino son los únicos inventos que
verdaderamente me deslumbran. Han pasado miles de años desde que el hombre
domesticó el trigo y la vid y no se ha inventado nada más
importante.
Se queda pensativo y agrega:
—Ya se avizora un nuevo siglo, un nuevo milenio. Es extraño pensar
en el transcurrir. Mi pintura es una mirada en el tiempo, creo que eso es
suficiente... Me agrada imaginar que después del año 2.000 algún crítico obtuso
cuestione algo sobre mi obra para poder decirle: su pregunta es anacrónica, eso
lo hice en el milenio pasado. Ser un pintor no comercial no es una virginidad,
es una virtud.
Loochkartt se ríe infantilmente. Luego propone que lo acompañemos
al estudio. Decididos subimos por una estrecha escalera de caracol y nos
encontramos en un altillo que posee una hermosa vista sobre el antiguo barrio.
El pintor no cesa de reflexionar:
—Esta es una época decadente. Como los amigos se han ido de viaje
en Internet ya uno nunca los encuentra. Es una Edad ignominiosa. Por ejemplo a
Michael Jackson yo lo encerraría en una jaula, es el producto de cómo no debería
ser el hombre. Se convirtió en un híbrido de todos los híbridos del mundo. Por
eso me asusta más Jackson que Frankenstein. Estos son los monstruos del siglo
XX, los jinetes del apocalipsis; y como todo se está desmoronando y uno no sabe
lo que pasará, el 31 de diciembre del 2000, frente a esta casa trazaré una raya
en el piso, y cuando sean las doce de la noche saltaré al otro lado diciendo que
soy un hombre del siglo XXI y todo estará arreglado. Diré también que todos mis
amigos son del siglo pasado; por eso ahora firmo mis cuadros: Pintor al borde
del siglo XXI.
Pintura en el
tiempo
—Yo le digo a mis estudiantes que la pintura es como la idea del
jabalí móvil, le disparas pero no hay que matarlo, porque si lo matas estás
muerto. Sobre una misma idea, construyes todas las ideas. Por eso en pintura no
se murieron las flores, las frutas no son un tema menor, por eso no se acabó la
fotografía del desnudo. En lo más trajinado está la revelación de la obra. El
pintor Abullarach ha trabajado toda la vida sobre el arco superciliar y allí hay
un universo, una totalidad.
—¿Es una deliciosa perversión pintar ángeles con forma de
travesti?
—Yo soy un hombre de la noche, un pintor lunar; siento que la noche
me atrapa mientras pinto y lo hago en forma compulsiva hasta ver estrellas
verdes en el lienzo; por eso no soporto la cama para el ocio. Yo solamente la
utilizo para soñar o para otro tipo de compromisos intensos que no tienen nada
que ver con perder el tiempo.
—¿Lo alteran los meandros que comunican todas las
artes?
—Para mí Kandinsky pintaba música, esto como ejemplo para
reflexionar sobre los vasos comunicantes que existen entre todas las artes. La
pintura vive y está en la poesía; la poesía está en la música y así
sucesivamente. Aunque en la vida he tomado un camino del cual es difícil
salirse, de pronto algo me ilumina y escribo. Tengo un libro de poesía que se
titula A los ángeles digo que Omar Rayo quiere publicar en su colección
de Roldanillo.
—¿Siempre estuvo obsesionado por los
ángeles?
—Sí, hasta que se pusieron de moda. Mi nombre me predestinó. Por
otra parte yo detesto las aves, nunca las como. Los únicos seres voladores que
me gustan son los ángeles... Amo los seres evanescentes, las formas enigmáticas
del universo femenino. La luz de una mujer siempre se te escapa y aquello duele.
Cuando una persona quiere herirte debes preguntarte: «¿Por qué has fallado?,
¿por qué no diste en el blanco?» De modo recíproco cuando una figura
dulce te hospeda en su interior debes proclamarle: «No sabía quién era hasta que
te conocí», y agradecer ese alto reconocimiento. Sólo en el amor podemos
ver nuestro rostro verdadero, aunque sea por un segundo, por una
respiración.
—Según el Antiguo Testamento el amor inventó la muerte, el deseo
nos liberó de la tediosa
inmortalidad...
—El amor no está en el fuego como dijo Neruda, ni en el rescoldo,
que es más misterioso, sino desgraciadamente para muchos habita en la ceniza. Es
decir que es una devastadora evasión. Yo perdonaría a alguien que me mintiera
amándome, ¡allá yo! Pero no a quien me ofrece sentimientos falaces. En cuanto a
la inmortalidad sospecho que debe ser insoportable sin algunos seres que con su
calidez y su poesía la tornarían fugaz. Creo que en el amor y la amistad es
donde radica la más convincente eternidad del ser humano, porque cuando alguien
se extingue quedan estrellas iluminadas, flores protegidas por manos cómplices;
con esto digo que es muy difícil desaparecer, mientras existan los amigos.
En su estudio rodeado de ventanales, Loochkartt nos va mostrando
cuadro por cuadro la serie de las mujeres etruscas. Nos habla de la decisión de
su forma ovalada para semejar el espejo. Nos dice que la pintura no debe ser
simplemente imagen en el espacio sino en el tiempo. Que es posible que una
doncella etrusca se hubiera contemplado hace más de dos mil años como en sus
óleos. El piso traquea temerariamente. Observamos el antiguo caballete donde a
diario Loochkartt plasma sus fantasmas. Admiramos la línea poderosa e
inconfundible que anima sus dibujos, el desatado color que invade sus lienzos.
Su pincelada que llueve sobre la tela. Vemos en un cofre centenares de corchos
de botellas de vino, tapas de óleos e innumerables tubos de pintura desocupados
con los cuales se propone hacer una colorida
instalación.
—Escucho música mientras pinto. A veces afino mi imaginación con
Celia Cruz, Totó la Momposina o con Chopin... quien a propósito cuando invitaba
a sus amigos a casa los deleitaba con una o dos de sus composiciones y luego
bebía hasta claudicar. Entonces George Sand lo llevaba a su habitación y lo
desnudaba para asediarlo dos o tres veces en la noche... Y este genio delicado
no podía recobrarse al componer sus Polonesas para enfrentar a la amazona. Me
gustaría pintar alguna de sus Polonesas... Pero sin la Sand... Algún día hallaré
la forma...
—Confía más en el desequilibrio que en la armonía…
—Toda armonía tiene su intruso. Una sombra siempre rinde homenaje a
la luz. Es necesario que la nube visite al
sol…
—¿Cree que el despojamiento enriquece como los
budistas?
—Opino que debemos perder para ser y si no encontramos nuestro
antagonista habremos hablado en vano.
Aprender a
mirar
El artista observa con detenimiento una prueba de un grabado que
está preparando para una exposición de su obra gráfica y
comenta:
—Ustedes han podido notar que un inepto optómetra me recetó los
lentes de Galileo; me voy a tener que dedicar al mundo unicelular —dice riendo y
luego continúa—: Percibir es observar dentro de uno lo que se está mirando. Hay
que tener un acto de religiosidad hacia aquello que escapa de la racionalidad
del hombre, para poder comprender un dios, una borrasca o una tempestad... Las
aguas desbordadas y todo lo que sale de la naturaleza con sus fuerzas interiores
es inexplicable; por eso me encanta Cristo que fue el primero que soñó y asumió
salvar a la humanidad. La locura debe ayudar al hombre, él quiso demostrarlo.
Una vez pinté un Cristo y se lo regalé a unos ateos con la intención de ver qué
pasaba. La religiosidad es un tema que me apasiona. Además aprecio muchas obras
que surgieron a la sombra del cristianismo, la gran arquitectura que tenemos en
nuestras iglesias, los grandes poetas, por ejemplo sor Juana Inés; toda la
pintura del renacimiento: Leonardo, Miguel Ángel, allí es el ser místico quien
trasciende y la deidad es la posibilidad de sentir el
paraíso.
—¿Aún piensa que la religión puede salvar al hombre, cuando en
estos países subdesarrollados ha sido esencialmente una
condena?
—Aquí en Colombia el delirio nunca es mágico o dulce, parece ser
siempre funesto, y las buenas intenciones terminan forjando algo peor que lo
establecido. Todo cambio verdadero requiere de una visión poética, artística,
para que permanezca. En nuestro país han pasado cosas muy graves. Los jueces sin
rostro son macabros, la justicia que debe tener cara para juzgar no existe o
siempre se vuelve invisible. Yo por mi parte quiero una muerte en la que me
pueda llevar el cuerpo, en la que pueda ver y oler y tocar... Pero ahora no
hablemos de eso, mejor démosle la palabra a la vida, a la
noche.
Cuando Ángel Loochkartt era profesor de la facultad de Artes de la
Universidad Nacional, sus apreciaciones estéticas eran siempre controvertidas,
no sólo por su actitud frente a su oficio libre, o sus búsquedas pictóricas
inquietantes, sino también por su discurso de respuesta frente a los asiduos
cierres de la Universidad.
Cuenta cómo durante un cierre del Alma Mater declaró aula a la
Plaza de Bolívar para continuar el programa con sus estudiantes; se citaban allí
a las 6 a.m. a observar al barrendero que pasaba, a las 7 al obispo, a las 8 a
las lascivas secretarias, a las 9 a los funcionarios, a las 10 a los burócratas,
a las 11 a los lagartos, y a las 12 a los lagartos que salían a
almorzar... «Todo hay que fotografiarlo», les decía a sus estudiantes, la
apreciación del ojo es definitiva para conocer el mundo e inventar la obra. O se
dedicaba a llevarlos a teatro, a cine, o los paseaba por los barrios
surorientales para que aprendieran a mirar: a pintar; y así se aproximaran más a
esta desgarradora realidad. En otra ocasión viajaron a Tierradentro y
extraviados fatigaron la cordillera durante 36 horas de camino. Y no faltó el
día que se desnudó y saltó con sus estudiantes a las frías aguas de la laguna de
Guatavita durante una clase de color, ante la mirada atónita de algunos colegas
ortodoxos que hacían parte del grupo.
Los espejos
etruscos
—Esta es una ciudad apabullada, por eso uno se va reduciendo, se va
aislando y sólo puede disfrutar de ciertos espacios para hablar con los amigos.
Cuando se bebe alcohol, o se consume coca, láudano o yagé, se hace para sentirse
bien y según el efecto se habla o se calla, pero siempre se hace para conocerse,
ser mejor, no para alcanzar una locura estéril, sino para dialogar con los
dioses. Estas experiencias no deben manifestar las cosas reprimidas, sino
llevarnos a vivir un acto florido, el magnetismo de compartir, de halagarse, de
disfrutar. Un hombre debe ser lo que es hasta en lo más profundo de su
inconsciente. Allí está la esencia pura del
hombre.
Loochkartt sentado en una sillita sintoniza una pequeña grabadora
mientras dice que las emisoras de música clásica son afónicas. Luego explica su
pintura:
—Estos cuadros surgen de la exploración de la cultura Etrusca del
siglo V de Pericles. En esa época aparecieron una serie de emigraciones de
colonias griegas hacia el occidente de Italia donde se instalaron. Esta era una
cultura de la mujer, en verdad matriarcal... Y es lo que he pintado. Quiero
jugar a presentar lo que ellas podrían ver en los espejos... En esta serie de
mujeres el espectador ve algunas escenas de las damas etruscas atrapadas en su
imagen, por eso cambié el formato de los cuadros hacia una forma circular, y los
enmarcaré con un mango que simule un verdadero
espejo.
—¿Está de acuerdo con ese personaje del cuento de Borges que dice:
la cópula y los espejos son abominables porque reproducen el número de los
hombres?
—No, porque ensimismarse en la cópula y en los espejos permite ver
todas las dimensiones del ser y causa asombro. Yo tenía una alumna que se
llamaba Helena, era una mujer hermosa que poseía una melena de leona, y siempre
llegaba a clase llorando; un día le dije: «Si sigues así me vas a matar ¿por qué
no vas a tu casa, te desnudas y te miras en un espejo del tamaño de tu cuerpo,
te contemplas y te descubres, para que entiendas la importancia del ser que
eres?» Ella lo hizo. Y desde entonces comprendió que allí estaba la
curación. Recuerdo que cuando era niño leía todos los comics, y Mandrake al ser
asediado por Narda, se metía en el espejo y desaparecía. ¡Qué maravillosos son
los espejos!
De nuevo nos conduce hacia el primer piso por esas estrechas
escaleras de madera espiraladas, donde entre caballetes vimos canastos con
frutas secas, flores marchitas, bodegones con sandías de carne y peces
alucinados, cuadros de Congos del Carnaval de Barranquilla y el pequeño lienzo
de una prosti titulado "Pepita
coqueteando".
—Una cosa que me molesta —divaga—, es esa prepotencia de la persona
que cree que es culta y muy inteligente; este hecho lo he soportado en algunas
ocasiones, y por tanto cuando me presentan a alguien con esas características
prefiero decir: «Yo soy Ángel Loochkartt y soy bruto, el más idiota; en mi casa
los inteligentes son mis
perros».
Ya de nuevo en la sala principal, escuchando la música de Jorge
Negrete y acompañados con una pequeña y hermosa guitarra que el pintor tañía con
destreza, nos dedicamos a cantar, a hablar de los colores que lo perseguían, a
comentar ciertas piezas musicales, «pues si no hubiera sido pintor habría sido
serenatero, pero el mejor», comenta, y seguimos libando, disfrutando la
noche y hablando del amor hasta el cansancio.
—¿Cómo fue su experiencia en la mítica Cueva en Barranquilla, en
ese dionisiaco espacio que convocó a García Márquez, Cepeda, Obregón y tantos
artistas en los años cincuenta?
—Allí supe lo próximo que está de todo hombre el amanecer. Los
amigos siempre poblaban la noche haciéndola fugaz. Recuerdo que una vez
Alejandro Obregón quien era casi invencible apostando pulsos y presumía del
poder de sus brazos me retó y le propiné una inolvidable derrota. Confundido
propuso otro duelo con la mano izquierda y lo vencí igualmente. Los bohemios
hicieron un cerco alrededor alentándolo para que propusiera otro desafío. Las
apuestas crecían. Por último terminamos disputando pulsos con los codos sobre
las sillas, sobre la barra, sobre el piso, y siempre salí victorioso, pero la
vida tiene unos extraños equilibrios. Años después durante una tempestad mi auto
terminó bloqueado por el poder de las aguas, hecho muy frecuente en Barranquilla
que ha creado la costumbre surrealista de atar los carros a los postes con lazos
como si fuesen caballos, y ante mi desesperación al ver que el agua comenzaba a
entrar por la ventana quedé atemorizado sin poder reaccionar, pero en ese
preciso momento apareció Alejandro con una horda de bohemios que venían desde la
noche anterior y entre todos levantaron mi pequeño auto, conmigo adentro, y lo
entronizaron sobre un andén a salvo de las aguas. Ese día no sólo debí perder
los sucesivos pulsos a los que fui retado por esa bestia apocalíptica sino
cancelar toda la cuenta a Eduardo Vilá, en agradecimiento con ese pintor tan
querido que hizo de su pincelada un relámpago.
Los brindis se sucedían. Loochkartt habló de su vivencia en Roma
donde era vecino de una consumada erotómana, que cuando tenía un encuentro
febril, para mantener su reputación aparecía en la puerta de su apartamento con
una maleta vacía diciéndole que saldría de viaje. Él contribuía con el
simulacro, deseándole suerte en su periplo, pero sabía que esa noche no podría
dormir, víctima de los graves acentos orgiásticos desarrollados en el
apartamento contiguo. «Italia es de un libertinaje subterráneo», infirió.
El licor llega a su fin. Los perros ladran a la luna.
Nos vamos
despidiendo lentamente y entonces lo escuchamos
decir:
—Cuando nos volvamos a encontrar, aunque pasen varios meses,
procuremos que no se sienta la ausencia… Recuerdo que un día el maestro Jorge
Elías Triana desapareció de su casa por 15 años y como si hubiera partido el día
anterior, retornó un mediodía diciendo: «¿Hola, cómo les va? ¿Ya está el
almuerzo?»
Bajamos caminando por la noche bulliciosa de la Candelaria.
Evocando momentos que escribiríamos de la entrevista, recordando fragmentos de
esa comunión con lo humano, festejando los hallazgos de su obra pictórica y
pensando que un verdadero ritual puede poner en entredicho al tiempo.
Por eso hoy, dos años después de esta inolvidable visita, llegamos
a su casa como si los relojes se hubiesen detenido. Nos abre la puerta la misma
mujer lánguida, corretean los perros, luego arriba Loochkartt como descendiendo
de sus óleos y celebra efusivamente nuestra aparición. Y nosotros como si nos
hubiéramos visto ayer, como si el tiempo hubiese sido burlado, preguntamos con
felicidad por el almuerzo.
—Pintor es aquel que destruye el color blanco... Quien esconde un
matiz para que nadie pueda hallarlo… —dice invitándonos a la sala mientras pide
que nos traigan uvas, y exaltado agrega—: ¿Nunca les conté cuando en Roma con un
grupo de pintores ebrios le dábamos serenata al Papa y nos bañábamos desnudos en
la Fontana de Trevi? ¡Sólo el artista vuelve de la locura con sus hallazgos,
sólo él puede encontrar en las tinieblas!g
Entrevista a Angel Loochkartt- Fragmento
¿De dónde
proviene su obsesión por la noche y sus ciudadanos clandestinos, ferozmente
eróticos?
Creo que estas visiones no encuentran una fecha iniciática. A veces presiento que las traje conmigo desde mi nacimiento y que son anteriores a la vida, como una fuerza, intrigante y enigmática. En ocasiones, también, creo que vienen de las visiones nocturnas prodigadas generosamente por el sueño. Esas figuran arrastran consigo, es cierto, un feroz erotismo que bordea con lo fúnebre y lo metafísico.
¿Cómo se
definiría Angel Loockartt a nivel ideológico?
Creo profundamente, como le ocurrió a Borges, en el anarquismo, y también con el escritor argentino sueño con un tiempo en el que nos mereceremos no tener ningún gobierno; un mundo en el que la concepción de poder se habrá silenciado absorbida por fuerzas inéditas y benévolas. La política, decía también el autor de El Aleph, es una de las formas más acabadas de la superficialidad. Sin embargo la hora aciaga de Latinoamérica nos ha obligado a tomar partido, volviéndose casi delincuencial aquel que se pone al margen de la vida cotidiana, de las luchas sociales y de la batalla por unas reivindicaciones urgentes a favor de los que no han tenido ni siquiera una primera oportunidad sobrela Tierra ;
porque como lo dijo Camus un artista no debe estar con quienes hacen la historia
sino con aquellos que la padecen.
Creo profundamente, como le ocurrió a Borges, en el anarquismo, y también con el escritor argentino sueño con un tiempo en el que nos mereceremos no tener ningún gobierno; un mundo en el que la concepción de poder se habrá silenciado absorbida por fuerzas inéditas y benévolas. La política, decía también el autor de El Aleph, es una de las formas más acabadas de la superficialidad. Sin embargo la hora aciaga de Latinoamérica nos ha obligado a tomar partido, volviéndose casi delincuencial aquel que se pone al margen de la vida cotidiana, de las luchas sociales y de la batalla por unas reivindicaciones urgentes a favor de los que no han tenido ni siquiera una primera oportunidad sobre
¿Pero está
usted de acuerdo con que la pintura esté orientada por la
ideología?
Siempre y cuando tenga una calidad insuperable y su búsqueda estética no se colme en el solo discurso ideológico. Yo pienso que existen grandes pintores políticos empezando por Goya (recordemos los Fusilamientos del 2 de mayo), quién se dio cuenta de que su tiempo era descarnado y que los escenarios de una España convulsa eran perfectos para atizar la imaginación pictórica.
Siempre y cuando tenga una calidad insuperable y su búsqueda estética no se colme en el solo discurso ideológico. Yo pienso que existen grandes pintores políticos empezando por Goya (recordemos los Fusilamientos del 2 de mayo), quién se dio cuenta de que su tiempo era descarnado y que los escenarios de una España convulsa eran perfectos para atizar la imaginación pictórica.
¿Qué
representa la oficialidad para un artista?
Es el cáncer que devastará su imaginación. Ninguna oficialidad es de signo positivo y todas, en cambio, son empobrecedoras, ultrajantes y, por supuesto, falaces. Cuando un artista se oficializa está muerto. Incluso la pintura política al oficializarse se muere, entra en barrena y empieza una patética agonía. Eso ocurrió enla Unión
Soviética y en la
China durante sus malogradas y fragorosas revoluciones
culturales.
Es el cáncer que devastará su imaginación. Ninguna oficialidad es de signo positivo y todas, en cambio, son empobrecedoras, ultrajantes y, por supuesto, falaces. Cuando un artista se oficializa está muerto. Incluso la pintura política al oficializarse se muere, entra en barrena y empieza una patética agonía. Eso ocurrió en
Su pintura
está perpetuamente contaminada de femineidad... pareciera que su autor es un
romántico empedernido, un enamorado perpetuo, un sacrosanto lascivo, un sátiro
impenitente.
Las mujeres han llenado mis horas y mis telas con equidistante generosidad. Creo que su presencia anula el maleficio esencial de la realidad, deshace los nudos invisibles que aprietan con rigor nuestras gargantas. La mujer es diosa, hechicera, angélica o luciferina, su imantación nos convoca hacia los ritos más esenciales y preciosos. Yo me enamoro siete veces por día y en ello encuentro mi salud y las potencias de la imaginación fecundante.
Las mujeres han llenado mis horas y mis telas con equidistante generosidad. Creo que su presencia anula el maleficio esencial de la realidad, deshace los nudos invisibles que aprietan con rigor nuestras gargantas. La mujer es diosa, hechicera, angélica o luciferina, su imantación nos convoca hacia los ritos más esenciales y preciosos. Yo me enamoro siete veces por día y en ello encuentro mi salud y las potencias de la imaginación fecundante.
¿Qué
escritores tiene a mano?
Ya he citado a Borges a quien conocí en Bogotá en un edificio que parece sostenido por dos manos. Al instante me di cuenta de que tenía una idea, y se sabe que el hombre que tiene una idea es invencible. Agregaría los nombres espléndidos de Sartre y Camus, brújulas esenciales de una dignidad ultrajada o sencillamente perdida.
Ya he citado a Borges a quien conocí en Bogotá en un edificio que parece sostenido por dos manos. Al instante me di cuenta de que tenía una idea, y se sabe que el hombre que tiene una idea es invencible. Agregaría los nombres espléndidos de Sartre y Camus, brújulas esenciales de una dignidad ultrajada o sencillamente perdida.
¿Cuál es
el comportamiento de los poderosos actuales, frente al fenómeno del arte y la
condición humana de los artistas?
Es antes que nada una actitud de desprecio, de soberbia anulación. Cuando ni siquiera tenemos la fortuna de que nos consideren peligrosos, entonces nos “ningunean”, como dicen los mexicanos. El arte ha dejado de ser una prioridad de las personas, remplazado por la fruslería de los mass-media, encargados de transformar un pequeño Dios en un robot enriquecido e inmisericorde. Sin embargo, nunca la palabra y la visión artísticas fueron tan urgentes e inaplazables. Nosotros conservamos, como dijo René Char, el fuego esencial, lo avivamos y lo hacemos en un boscaje árido.
Es antes que nada una actitud de desprecio, de soberbia anulación. Cuando ni siquiera tenemos la fortuna de que nos consideren peligrosos, entonces nos “ningunean”, como dicen los mexicanos. El arte ha dejado de ser una prioridad de las personas, remplazado por la fruslería de los mass-media, encargados de transformar un pequeño Dios en un robot enriquecido e inmisericorde. Sin embargo, nunca la palabra y la visión artísticas fueron tan urgentes e inaplazables. Nosotros conservamos, como dijo René Char, el fuego esencial, lo avivamos y lo hacemos en un boscaje árido.
Fuente: Confabulación Virtual
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