jueves, 11 de abril de 2013

árida

Semblante de sange. La ciudad lo va secando a uno inevitablemente... La vida y pasa y estamos a dos semanas de la entrega. Estoy cansada, algo loca y fea pero seguiré, diferente. Voy a abrazar la adversidad, y voy a hablar de la vida real  (desapegos de la metáfora). Hola, como estoy? estoy desnuda frente al computador esperando que el archivo UNIVERSO.IND abra. Hay 4 links perdidos y me pregunta que si deseo actualizarlos, claro que si vida mia, indesign de mi alma gracias por ser el lienzo de mi libro de 200 hojas, eres una interfaz increible y púrpura como el septimo chacra. En la cocina hierven dos huevos que me toca comerme porque no hay más. Hace un año que soy muy fiel a ecoyoga, pero no hay más, que hago. Tengo la cara árida, reventada por mi misma, por mi frustrante capacidad de asumir las responsabilidades, acostándome a las cuatro de la mañana, atentando con el ritmo natural de la naturaleza. Academia maldita, inhumana, matrícula de cinco millones déjame dormir.. por lo menos comer en paz, desgraciada.  Gabriel, te extraño. Solo tu podrías seguir escribiendo esta entrada y nadie se daría cuenta que yo ahora soy otra persona y que vivo con el corazón alucinado.  Me sirvo un vaso de agua blanca, me duelen los ojos. Tengo resagos del estres. Se me nota. Empiezo a entender a la gente que se me sentaba al frente, preguntándose incansablemente como podía existir una mujer tan tranquila contemplando cada grano de arroz que le entraba al organismo. Como puedo? Como puedo llegar a esos grados ultravivos de la vida? No puedo. No quiero entenderlo. No se me da la gana. Hoy soy mala, maldita.. me he entregado a las velocidades de un almuerzo putrefacto, atragante..al menos conservo la sinceridad para gritarle al mundo que también lloro y no quiero vivir (aveces).

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