Juro que lo vi allá fuera:
alcancé a ver de reojo su gracia,
aunque un poco desenfocada.
Y es que el está por doquiera,
sin pronunciar ninguna palabra.
Cubre su tristeza en la oscuridad,
en su refugio de soledad.
Las paredes se están derritiendo...
El día de hoy es congelante;
creo que necesitaré una razón
para seguir adelante,
sin nadie alrededor.
Las paredes se están derritiendo...
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