sábado, 9 de febrero de 2013

CURSO ACELERADO DE INTELIGENCIA BÁSICA (Lección 109)


La Belleza no es relativa sino funcional. Un arquetipo fijo cuyas variaciones son aún más fijas y previsibles. Para dar un estúpido ejemplo diría que no existe una diferencia significativa entre un modelo de Ferrari 2000 y uno 2009, la intención siempre será producir un modelo que llene las expectativas de quienes tienen ya prefijada la idea Ferrari. Quienes siguen un equipo de fútbol celebran cada victoria y sufren cada derrota, es un gesto unidimensional que a fuerza de repetirse ha perdido la expresión. Un gesto automático y vacío para llenar el vacío. Relativo es todo lo que escapa al arquetipo. El oficio de un ser sensible y el oficio del amor no es rendir culto a la Belleza sino hacer que todo lo que no es considerado bello trascienda su forma para convertirse en expresión, significación, alteridad, libertinaje, de oscura procedencia, movimiento... Desear una bella chica no requiere sensibilidad o inteligencia, es un reflejo condicionado. Desear una bella chica no es relativo sino obvio. Las chicas feas existen hasta que llegan a mis manos. Mi oficio es dar otro sentido a la evidencia y cambiar ideas por conceptos. La idea es la muerte del significado, la idea de algo somete el sujeto al objeto. Una chica fea debe matarse o encontrar un estilo y con estilo me refiero a crear un nuevo concepto de sí misma. Imagina que eres un maldita gorda, exenta de gracia, tu rostro es la grasienta máscara de tu mundo interior. Te sientes condenada y escribes mensajes a tus bellos ídolos esperando un milagro. O eres una maldita y fláccida gorda con cara bonita y haces fotos y fotos de tu cara como si así lograras cancelar tu cuerpo. O eres una tipa plana y ajada. O tu autoestima es tan baja que multiplica tus defectos y te convierte en una inexpresiva masa de moco y frustración. De acuerdo, la vida no es fácil y Dios tiende al snobismo estético. ¿Y eso que rayos cambia? Tienes la posibilidad de arrastrarte por siempre en el hediondo pantano de tus miedos o comprar una putas botas y hacerte a un estilo (digo botas de forma metafórica).
Lo que nunca deberíamos permitir es que otros determinen nuestra percepción del mundo y de nosotros mismos. La belleza no es la imagen de algo sino el movimiento, la huella invisible que deja ese algo al desplazarse. La foto del antílope no es el antílope sino su desenfrenada carrera en la pradera. En vez de escribir mensajes a ídolos de papel mueve el culo y trata de descubrir y alcanzar a ese antílope que llevas dentro.


Efraím Medina y yo.

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