lunes, 18 de marzo de 2013

Chateos con Gabriel

g dice:
molécula


g responde:

molécula de alegría es la que tiene mi sonrisa
molécula de dolor como cuando uno se troncha
molécula de entusiasmo como la del de la patadita de la buena suerte
moléculas que nos rodean, que nos bombardean

g canta:
enlaces existenciales
estructuras de la sonrisa
voy aplastando atómicamente tu conclusión de mi.
soy atea de mi misma
con una ecuación indespejada en la cara
g entra:
mmmmm bombas atómicas en la música, bombardeos nucleares en la realidad de día a día en la calle, realidades tan distantes y lejanas como las cantidades de átomos en una hectaria de cualquier arruga de estos dedos que digitan, universos tan inmensos en dimensiones tan pequeñas, esa ecuación in despejada quien sabe si se despeje con el tiempo o se acompleje con la conciencia, a lo mejor solo crece con cada microsegundo o a lo mejor es la herramienta con la que debemos enfrentar tantos bombardeos
g es g:
esa ecuación maneja una constante, se mueve en el eje de la memoria, tiende a cero cuando se permite infinitos. Esa ecuación va sumando la vida, restando personas, cargando las curvas eónicas de la sonrisa. No aspira a un resultado exacto, ningún decimal se atreve a alcanzarla. Ella flota sola, tiende al infinito. Y así asume su vida, como una cifra inestable, un mapa de intersecciones y de tangentes que danzan en un campo magnético de silencios...
No hay sumas, no hay restas, no hay multiplicaciones, no hay divisiones. Solo ella misma.
Te Amor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario